domingo, 17 de abril de 2011

Konstantino Kavafis

SÓLO UN POEMA


¿Cómo es posible saber tanto de los demás? Quizás porque, como buen griego, acabó conociéndose a sí mismo.

            La traducción—magnífica—es de José María Álvarez. El poema se encuentra en Constantino Kavafis, El resplandor del deseo, Sevilla, Renacimiento, 2011.

MURALLAS
(1896)

Sin consideración, sin piedad, sin pudor
en torno mío han levantado altas y sólidas murallas.

Y ahora permanezco aquí con mi soledad.
Meditando en mi destino: la suerte roe mi espíritu;

tanto como tenía que hacer.
Cómo no advertí que levantaban esos muros.

No escuché trabajar a los obreros ni sus voces.
Silenciosamente me tapiaron el mundo.

*Me he tomado la libertad de eliminar la tilde del “tanto” de la tercera estrofa que se ha colocado por error en la edición.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es un poema precioso. Estaba buscando algo de KAvafis y lo he encontrado. Gracias y felicidades por el blog. Lidia

Anónimo dijo...

Y no nos damos cuenta de que el muro, en muchas ocasiones, lo hemos construido nosotros mismos.