jueves, 21 de agosto de 2008

Reflexión...

SOBRE EL ROBO DE LIBROS

Conversaba yo en cierta ocasión con un grupo de jóvenes y les expliqué que era moralmente justificable robar en esos grandes almacenes que son, al decir de alguno, lo que queda de España. Usé un argumento falaz para ver cómo reaccionaban: puesto que en el precio de los productos va incluido un tanto por ciento -mínimo, pero real- para amortizar los robos se deduce que si nadie robase, serían los accionistas del gran almacén los que estarían robando. Por lo tanto, para evitar que cometan un robo, se hace preciso robar y, como es improbable que pierdan, todo robo estaría justificado al quedar repercutido de antemano en los precios que se pagan. Este argumento es parecido a aquel otro según el cual lo más seguro es llevar una bomba al subir al avión; pues hay pocas probabilidades de que alguien lleve una bomba, pero muchas menos de que dos personas lleven una bomba cada una en el mismo avión. Con las librerías pasa lo mismo; pero con una diferencia: en nuestra ciudad aún la mayor parte de las librerías están en manos particulares. Lo que debemos hacer es comprar libros -reclamando al gobierno que los libros no se vean grabados con ningún tipo de impuesto. Además, habría que exigir a las editoriales un abaratamiento del precio de los libros, que en muchas ocasiones es abusivo.

Cosa diferente es el robo amigable a familiares y amigos, pues se convierte en una forma de verse y reírse un rato. Confesaré, no obstante, que suelo llevar cuenta de los libros que presto puesto que amigos y alumnos tienen la malsana costumbre de no devolver lo que se les presta. Recuerdo especialmente cómo perdí una magnífica edición de Carta sobre la tolerancia de John Locke: el antiguo alumno al que se la presté para que hiciese un trabajo (quizás sobre Derecho Natural) no me la devolvió nunca. Me lo encontré por casualidad unos años después: nos saludamos con cariño, pero le pedí el libro. Sonrió y uso la doble afirmación: “Sí, sí”, es decir, que nunca he recuperado aquel libro.

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